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katakrek

Con la vena de la frente palpitante

Los sentimientos que te asaltan sentado en el WC, atendiendo a una de aquellas cosas que aún nos unen con todo ser viviente, pueden ser de lo más variado. Miedo ante lo desconocido, incertidumbre ante el futuro próximo incierto, alegría ante un desenlace rápido, frustración e impotencia,… realmente, un abanico de lo más variopinto.
El otro día me encontraba yo enfrascado en dichos menesteres (tarea rápida en mi caso, casi como siempre, que le voy a hacer, es un don) y, no se porqué, se me ocurrió que yo era el único ser de la tierra que hacía eso, no en ese momento, sino siempre. Es ilógico pensarlo, pero por lo que sé de biología todo debemos cagar. No obstante, se hace raro pensar que todo el mundo que ves, aquél tío que toma un café con aire displicente en la barra del bar, aquella tía buena que se cruza contigo por la calle, tu madre, tu jefe,… no, no puede ser, se hace extraño… Pero en el fondo lo sabes, ellos también tienen esa imperiosa necesidad. ¿Qué es lo que hace que mi mente piense de esta forma? Si hacemos caso de los consejos de sabios, lo que nos dicen que la televisión ejerce una influencia elevada en nuestra forma de pensar, deberíamos pensar que ese es el motivo. Y aunque, normalmente discrepe con dicha autoridad (¿competente?), debo reconocer que en este caso tienen razón.
A mi entender, no se si por ahorrar cinta o porque, simplemente queda mal a ojos del espectador, casi la totalidad de las películas y/o series que podemos ver en nuestra casa, en nuestro comedor, en nuestro sofá, no se ajustan a la realidad. Y no es que lo distorsionen, sino que potencian, remarcan, ciertos aspectos de los protagonistas, los más llamativos, seguramente para hacer productos más llamativos, y por el contrario dejan de lado ciertas rutinas más lógicas, a mi entender. Ya sé que algunos me dirán que lo que digo es una gilipollez, que no hay nadie que le interese ver la cotidianidad de los personajes, etc. Pero lo cierto es que, a mí, personalmente (y que conste que ahora no quiero ver como cagan todos los personajes de cada película) me interesaría ver a la gente de cierta forma más realista. ¿O alguien se imagina a Sharon Stone, después de pegar un polvo con Miguelito Douglas, yendo al bidé a limpiarse los costrones resecos de la entrepierna? Hay más ejemplos que se me vienen a la cabeza. Superman lavando su traje después de una dura batalla; Cobra, encarnado por Don-rictus-inmutable Stallone, pasando por el lava-lava su coche, esperando pacientemente a que le den el SuperAbrillantadoDeLuxe; Cameron Díaz dándose cuenta que se ha quedado sin Támpax y más imágenes que seguro que os vienen a la cabeza fácilmente.
Por no hablar del cúmulo de desdichas de las series de televisión. Dichas series nos intentan hacer creer que, por ejemplo, las cosas que les pasan a los protas de turno son cosas de lo más real. Y en parte es cierto. ¿Pero como no nos van a pasar? Si es que les pasa de todo. Joder, es que en una pandilla de seis amigos se juntan todos los sucesos posibles. ¿Cómo puede ser que a solo seis personas, sin haber abandonado el instituto y con solo 17 años, les pase lo siguiente?: Atropellos, fundar un grupo de música (con éxito de ventas), peleas entre ellos y con otros grupos, viajes a tutiplé, bodas, divorcios, contagios de SIDA, embarazos, pasar la selectividad (tres veces), crear un videojuego, enfrentarse con dos asesinos en serie, enrollarse todos con todos (con todos), se arruinan, les toca la lotería, se enrollan con las/los profes, señoras de la limpieza, conserjes, trabajen en la cafetería del insti (todos, profes, conserjes y señoras de la limpieza incluidos), se cruzan con todos los mafiosos de la ciudad, mueren ocho integrantes del grupo, resucitan dos, trece intentos de homicidio, 23 cambios inesperados de carácter, de forma irreversible, y un largo etc. y en cambio no se ve a nadie cagar en toda la puta temporada, manda cojones.
Y es que este mundillo del cine, se me antoja vacio, tal y como le parecía el nuestro a Neo, veía que algo no le encajaba, que todo era irreal, que había algo que no le dejaba ese regustillo a realidad.
Después vienen los malentendidos. Que si tu chica esperaba que te declararas arrodillado en la Fontana di Trevi con banda de música incluida, que si a todas las tías les llega el orgasmo cada 0,15 minutos, que si tus pedos no huelen,… La realidad nos incomoda, nos intentamos alejar de ella acercándolos más al celuloide, olvidándonos de que lo que se nos presenta es artificio, verdad a medias y lo que realmente nos sucede dista mucho de la utópica versión humanoide del cine.
Bueno, después de esta soberbia estupidez, sabiendo que las películas y las series nada más que son eso y que no me las tengo que tomar como un guión de la vida me voy. Este artículo podría ser más extenso, pero la verdad es que me estoy meando.

3 comentarios

katakrek -

Gracias amigos, es bueno saber que hay más gente que piensa como yo.
Por cierto, lo de Turing (padre de la IA) es una prueba para saber si el que hace el comentario es una persona ¿pensante? o un jodido programa dedicado a bombardear de mensajes los blogs.

Wilfredo Rising -

La verdad es que tienes mucha razón, viendo la tele a veces se me coce un potaje en el intestino y luego me salen unos zurullos bastante olorosos. El mundo es inodoro como una compresa, en efecto amigo. Tu frase final contiene toda esa mierda que late en la realidad.

Kamikaze Cowboy -

Magistral.
Más cagar y menos disparar.
PD: A qué se debe lo de la pregunta de en qué mes estamos (basado en la prueba de Turing).Que algún inforático me saque de dudas