Blogia
katakrek

Al Tresbolillo

Llego como cada mañana, puntual. 8.00. Nada que hacer. Diez horas por delante. Antes de empezar ya sé que va a ser un día poco productivo. Me lio a no hacer nada durante toda la mañana. Pero hay que estar ahí nene, para poder cobrar a fin de mes.

Me doy cuenta que hace mucho que no escribo nada de nada en mi blog. Desde  abril. Dos meses dos. Y no es porque no tenga nada que decir, no. Estoy relleno de ideas como un chut de crema (cremaaa, ummmmm). Pero, supongo, que ha sido por dejadez. Podría haber escrito sobre muchas cosas. Sobre The Mars Volta. Acerca de lo poco que me llama la atención el puñetero Mundial de Alemania. Sobre las reticencias que tienen las adolescentes en tu adolescencia a que les toques las tetas, pero en cambio no ponen pegas a que les metas la lengua hasta las amigdalas. Sobre la mudanza de mi piso. De lo a gusto que me siento con una ceveza y un cigarro recién liado contemplando las vistas desde mi terraza. Sobre ese relato, sobre la imposibilidad de entender a una mente superior desde nuestra perspectiva, de la misma forma que un paramecio ni nos entiende, ni siqueira se plantea que existamos. De los libros que me estoy leyendo, a la vez (El Conde de Montecristo, La Conjura de los Necios, El Heroe de las Mil Caras, La Divina Comedia, Cuestiones Cuánticas). De porqué no he entregado el Proyecto entoavía. De lo monada que llega a ser mi perro. De lo que llego a querer a mi novia. De lo que llego a necesitar a mis amigos. De lo bonito que podría ser mi trabajo si no hubiera tanto dinero de por medio. De mi PSP. De las Ruinas Circulares de Borges. De Star Wars Turco (V.O. sin subtítulos). De Akira, Testuo y Kaneda. De las pocas ganas que tengo de ir a cierta boda. Y de muchas cosas más.

Podría decir que el tiempo que he perdido haciendo otras cosas, igual de prescindibles, lo he aprovechado. Pero la verdad es que no. Me siento como una hoja recién caida al cauce de un rio apacible, arrastrada lenta pero inexorablemente, hacia algún lugar.

 Así que, buscando una excusa, he entrado aquí y he escrito esto. Pero esto tiene poca chicha. ¿Y a quién le importa? ¿O creeis que escribo aquí por obligación?

4 comentarios

Javi -

En realidad nada importa un carajo, el absurdo se desayuna cada mañana tres o cuatro tíos como tú o como yo... como el woswis se desayuna tres de una sentada.

TreGui -

Es tal mi vaguez ahora mismo que he recurrido a:
Google: "frases bonitas"

"Lo que convierte la vida en una bendición no es hacer lo que nos gusta, sino que nos guste lo que hacemos." (GOETHE)

Chin-pon

katakrek -

Gracias amigo wos. Espero no detenerme ahora, pero no prometo nada. Y a veces me da la impresión que de paramecios na de ná, que para idiota yo mismo.

woswis -

De tan demencial enumeración de cosas en las que pensar, me quedo con esa planta carnívora del recuerdo que es la constante mirada idiotizada del paramecio al Mundo. No te pares ahora.